Para conseguir con éxito que un determinado destino rural conquiste a los turistas, principalmente urbanos, necesitamos que estos sean atractivos y que cumplan con sus expectativas. Esto no es posible sin la participación y colaboración de todos los agentes, empresas, dinamizadores, casas rurales, ….. etc. que integran dicho territorio, el valor no está en la competencia, sino en la colaboración.
Un cliente, puede alojarse en la casa rural, hacer actividades en la empresa de turismo activo, cenar en el restaurante del pueblo, participar en actividades organizadas por el ayuntamiento, ….. etc. Esto es muy difícil de conseguir sin una adecuada planificación a medio o largo plazo, en el que también estén integradas y comprometidas las administraciones públicas, tanto la estatal como la autonómica y la local y no solo como gestores u otorgadores de subvenciones de fondos propios o europeos sino como planificadores de las estrategias, proyectos y medidas para integrar a todos los actores y participantes en una estrategia común cuyo objetivo último no debe ser otro que obtener la máxima satisfacción de los clientes de los destinos rurales.